Hay que vestirse de mil maneras para estar a la altura de la moda variada de las españolas de la calle. Letizia no le hace ascos a un traje de chaqueta en tono rojo Burdeos que bien podría haber sacado del armario de su suegra.
Traje de chaqueta y bolso de mano en color marrón. No se puede ir más discreta. Es un atuendo propio de una vendedora de seguros de los años setenta. Me recuerda a aquellas mujeres que hacían el puerta a puerta hace una eternidad de años cuando el populacho todavía se dejaba engañar por una vendedora parlanchina que le vendía un seguro de vida que se suponía cobraría algún día sus descendientes.
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