La Solac Ivory Sport es una máquina cortapelos de forma ergonómica que se adapta perfectamente a la mano, de escasos 17 cm de largo y 5 cm en su parte más ancha.
Terminada en plástico negro brillante que puede llegar a calentarse pero no quemará al no tener nada metálico en contacto con la piel.
Sólo lleva un botón, en tono verde oliva, de apagado/encendido, y un pilotito Led que se pone rojo cuando está en marcha, a la vez que indica el nivel de carga de la batería.
Su batería interna le permite una utilización continuada de 45 minutos, tras los cuales debe conectarse el cable eléctrico si se quiere seguir utilizando o proceder a su recarga.
Cuando está en marcha no hace apenas ruido, y ni siquiera vibra, lo cual he comprobado dejándola encima de la mesa encendida sin que se moviera ni un milímetro.
Las cuchillas son de acero inoxidable.
En la caja, a parte del cable para conectar a la red, lleva un peine de plástico negro, un pequeño cepillo para su limpieza, una botellita de aceite para engrasar la cuchilla y dos guías de corte de plástico transparente para establecer dos longitudes de corte diferentes. Se sirve con la de mayor longitud insertada en la máquina porque la pequeña ocupa menos sitio en la caja.
Las dos guías de corte pueden alargar o acortar la longitud en 5 posiciones mediante un sistema telescópico, lo cual se traduce en que permite hasta 11 longitudes de corte diferentes (0, 4, 7, 10, 12, 14, 15, 17, 19, 22 y 25 mm), las cuales pueden ser fácilmente fijadas y visualizadas.
Terminada en plástico negro brillante que puede llegar a calentarse pero no quemará al no tener nada metálico en contacto con la piel.
Sólo lleva un botón, en tono verde oliva, de apagado/encendido, y un pilotito Led que se pone rojo cuando está en marcha, a la vez que indica el nivel de carga de la batería.
Su batería interna le permite una utilización continuada de 45 minutos, tras los cuales debe conectarse el cable eléctrico si se quiere seguir utilizando o proceder a su recarga.
Cuando está en marcha no hace apenas ruido, y ni siquiera vibra, lo cual he comprobado dejándola encima de la mesa encendida sin que se moviera ni un milímetro.
Las cuchillas son de acero inoxidable.
En la caja, a parte del cable para conectar a la red, lleva un peine de plástico negro, un pequeño cepillo para su limpieza, una botellita de aceite para engrasar la cuchilla y dos guías de corte de plástico transparente para establecer dos longitudes de corte diferentes. Se sirve con la de mayor longitud insertada en la máquina porque la pequeña ocupa menos sitio en la caja.
Las dos guías de corte pueden alargar o acortar la longitud en 5 posiciones mediante un sistema telescópico, lo cual se traduce en que permite hasta 11 longitudes de corte diferentes (0, 4, 7, 10, 12, 14, 15, 17, 19, 22 y 25 mm), las cuales pueden ser fácilmente fijadas y visualizadas.
Cuesta 25 euros, un importe que pronto amortizas a poco que la uses.
OPINANTE
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