jueves, 24 de febrero de 2022

Los avalistas siguen de moda




Los avalistas siguen de moda. Cuando fue la crisis de 2008, muchos padres y madres avalistas de las hipotecas de sus hijos e hijas quedaron en la calle. Los hijos no pudieron pagar sus hipotecas al quedar sin trabajo. Los padres avalistas tampoco pudieron hacer frente a las hipotecas. Los bancos no tuvieron compasión. Las entidades financieras se quedaron con las propiedades pagadas de los padres y madres que habían ido de avalistas de esos hijos que querían ser clase media española a toda costa. Un día se acostaron siendo clase media y al día siguiente se despertaron siendo pobres.



El avalista es la persona que asumirá el pago de la deuda si el avalado o puede o no quiere pagar su deuda. Es un tema serio. No vale creer en el avalado, en ese hijo que trabaja para pagar la hipoteca del pisito. Tienes que dejar de creer cuando el hijo queda sin el empleo que le proporciona el dinero necesario.



El banco, en cambio, no confía nada. Siempre tiene dudas sobre el pago. Por eso el banco pide un avalista. Si no pagas tú, paga tu padre. Le miran al avalista los ingresos, las propiedades. Una vez inspeccionado el avalista, acceden a dar la hipoteca, a soltar la pasta que va al vendedor de la solución habitacional.



Ahora, en el año 2022, ha vuelto la moda del avalista. Hay bancos que piden un avalista para dar el 95% del precio del piso. Avala la persona que responde con todo: con el patrimonio presente y con el patrimonio futuro. El banco puede reclamar al avalista cuando se ve una probabilidad de impago. Pueden embargarle su sueldo, su pensión, sus propiedades.



Ser avalista es una cosa seria. Por eso miro con preocupación que se vuelva a poner de moda ser avalista. Los bancos dan más dinero si un porcentaje del préstamo te lo avalan. No dan puntada sin hilo. Por eso se debería ser más cuidadoso, tener mayor aversión al riesgo del desastre económico familiar. Sólo así se podrá decir no cuando un hijo o hija venga a casa de un padre o una madre pidiendo el aval que pone en riesgo el futuro económico de una persona, muchas veces mayor. Seamos sensatos.



María Rey

Economista


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https://sevende5.blogspot.com/2022/02/aspirador-rowenta-con-boquilla-para.html




martes, 15 de febrero de 2022

Bélgica permitirá la jornada de cuatro días a la semana sin trabajar menos horas

Estamos en época de reformas laborales. Recién aprobada la Reforma Laboral de la ministra Yolanda Díaz en esta España nuestra, vemos como los belgas pueden estrenar una reforma laboral más innovadora. Los belgas piensan en un futuro con más días de ocio sin descuidar el número de horas de trabajo. Trabajarán las mismas horas concentradas en cuatro días.

Otra opción será trabajar menos una semana y más la semana siguiente. Todo al gusto de ambas partes: el empleado lo solicita y el empleador lo concede. El acuerdo tiene que durar como mínimo seis meses. Suena bien esta reforma. Vamos hacia el trabaja cuando quieras. Yo me apunto al invento.

Seguro que la ministra Yolanda y el Gobierno de coalicción de esta España de reformas difíciles de aprobar en las Cortes, toman nota. La semana de cuatro días gusta a todos y a todas las currantes. Te queda un día libre para asuntos propios. La conciliación es más fácil.

En España es Íñigo Errejón el que está luchando por la semana de cuatro días laborables. No le gusta la semana belga. Íñigo quiere quitarle horas de trabajo a la semana. No se ve trabajando diez horas al día. Lo comprendo. Ser político es un trabajo muy duro.

Yo firmaría la semana laboral belga. Me gusta la idea. Siempre pensé que trabajar cuando a una le da la gana es la mejor opción. Tengo que buscar un empresario que me comprenda. Estoy en ello.

María Rey
Economista
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domingo, 13 de febrero de 2022

Los clientes de Cofidis y de Raúl Castañeda

Vivir a crédito. Este es el tipo de vida que llevan los clientes que demandan préstamos de las entidades financieras y de quienes les dejen el dinero. Son personas con educación financiera nula. No han tenido el ejemplo de unos abuelos que estiraban el pie según era la manta y de unos padres que hacían lo mismo.

Las entidades financieras se aprovechan de la propensión al endeudamiento de este tipo de personas. Primero los llaman ofreciéndoles créditos preconcedidos. La respuesta de estas personas es sí. El dinero les hace falta para ese negocio, esa reforma de la vivienda hipotecada, ese nuevo coche, esos estudios universitarios del hijo, ese viaje a Benidorm. Una vez que aceptan un crédito, un préstamo, otro más, una tarjeta, otra y otra y otra... vienen los problemas desencadenados por el coronavirus de turno, que podría ser despido por cualquier motivo.

Afortunadamente, aparece para salvarlos Raúl Castañeda. No gratis, por supuesto. Raúl tiene que pagar abogados y mantener su negocio de hacer negocio con los estafados por entidades financieras de todo pelaje. Este buen hombre recupera mucho dinero, muchos intereses de usura. Pero el problema va más allá.

El problema de estos pobres diablos que caen en manos de los Cofidis de turno es vivir a crédito. Son personas que se endeudan para hacer regalos en Navidades o para esa primera comunión del niño que tiene que ser en un restaurante y tener unos payasos que hagan reír a los niños. Si no hay educación financiera poco pueden hacer los Raúl Castañeda de turno. Lo único que hacen es ganar dinero ayudando a los que volverán a necesitar ser ayudados.

María Rey
Economista



domingo, 6 de febrero de 2022

Vienen los contratos fijos discontinuos masivos

 Se acabaron los contratos temporales. Es lo que se puede decir leyendo la Nueva Reforma Laboral de la ministra Yolanda Díaz. Lo que antes eran contratos temporales masivos ahora serán contratos fijos discontinuos masivos. Viene a ser un poco lo mismo. La única diferencia está en que el contratado temporal repite temporalidades hasta el infinito. Los no contratados se quedan mirando desde las oficinas de desempleados. Las leyes no generan empleos. Por lo menos no esta reforma laboral votada por un diputado del PP por equivocación.

  ¿Crecerán los salarios? Seguro que sí, pero por la inflación. Los salarios sólo crecen sostenidamente cuando se está generando valor añadido y la productividad aumenta. No es el caso. Las leyes de este país aún no consiguieron aumentar la productividad de los trabajadores españoles. Tampoco han conseguido incrementar el valor añadido. Ni siquiera se lo han planteado. Los políticos de este país nuestro no piensan tanto.

 Soy pesimista. La nueva Reforma Laboral no creará una mayor demanda de trabajo ni mejorará las condiciones laborales de las trabajadoras y trabajadores de este país. Sólo pondrá de moda los contratos de fijos discontinuos, es decir, de aquellos que antes se llamaban contratados temporales. Los políticos gobernantes no han pensado en aumentar la tasa de actividad con políticas efectivas de formación y motivación de los trabajadores desempleados y subempleados.

 María Rey
 Economista
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