La inflación de la alimentación sigue dejándose notar en los lineales de los supermercados. Productos tan básicos como la fruta, la carne, los lácteos, el pescado, los fiambres, sufren un incremento de precios constante. Esta es la explicación de que en España cada día comamos peor, alejándonos de la dieta mediterránea que recomiendan los nutricionistas.
Comer bien es caro. La ciudadanía va a los supermercados minimizando costes, intentando ahorrar en comida para tener dinero para la comida del día siguiente. Aun así, los gastos en alimentación de las familias españolas son crecientes. La cesta que enamora del Eroski no nos enamora mucho cuando pasamos por caja. Lo mismo podemos decir de los precios del Familia, el otro supermercado de Vegalsa. Los supermercados de la competencia están en la misma línea de incremento de precios sin fin que se refleja en el IPC.
Alcampo está dejando de ser el hipermercado que nos ofrecía la fruta a mejor precio. Carrefour sigue aumentando los puntos de venta en su afán de acercarse al cliente que se equivoca al entrar en sus locales buscando las mejores ofertas. Mercadona, con su línea de cosméticos baratos y buenos para mujeres de barrio, ya no ofrece cremas tan baratas de marca propia. Gadis sigue en un espacio intermedio sin mucha oferta y con menos calidad, por ejemplo, en su sección de frutería. Froiz tiene un surtido en el escasean los precios bajos... Ni siquiera Lidl, el hiper alemán que nos alegraba el presupuesto con bastantes chollos, está por un chollo que no sea aumentar hasta el infinito su cuenta de resultados.
Veamos los precios de algunos alimentos básicos sacados del catálogo de ofertas del supermercado Familia del 5 al 8 de octubre.
- Queso barra cheddar ----------------- 9,75 euros/kilo
- Centro jamón reserva González ---- 12,95 euros/kilo
Como podemos ver, incluso con descuento en fiambres y quesos, las meriendas de los niños se nos ponen por las nubes.
Afortunadamente, es malo el consumo de carnes rojas. Si fuera bueno nos veríamos ante la imposibilidad de pagar el kilo de chuleta de Ternera Gallega a 13,95 euros.
Pero como algo de proteína hay que comer, vamos a mirar los precios de las alternativas a los chuletones:
- -Lomitos de cerdo con jamón-queso ------- 7,95 euros
- -Raxo adobado de cerdo ----------------------- 7,95 euros
- Hamburguesa de pollo Coren --------------- 11,09 euros
- Hamburguesa mixta --------------------------- 7,95 euros
- Albóndigas O Caurel --------------------------- 7,49 euros
Comer cuesta cada vez más dinero. A ese kilo de hamburguesas mixtas que compras por 7,95 le tienes que añadir el precio de unas patatas, el precio de esa salsa que hace más apetecible la comida para tus hijos e hijas, el precio de la ensalada que preparas con lechuga y tomate, el precio del atún que le pones a la ensalada, el precio del pan, el precio de la bebida, el precio de los líquidos para fregar los platos, el precio del papel de cocina, el precio de las servilletas, el precio de las bolsas de la basura ...
Escuchas en el telediario que la inflación de los alimentos sigue subiendo. ¡Si lo sabrás tú! Hablan de la nueva guerra que están montando en Israel y Gaza. Temes que haya más subidas de precios. Los alimentos siguen con subidas superiores al 10% y, lo que es peor, la tendencia no cambia. El propio Banco de España ha anunciado estos días que vienen años de continúas subidas de precios. La vida es dura y los políticos nos están haciendo la vida todavía más dura.
Por eso esta humilde economista sigue exigiendo a nuestros políticos gobernantes soluciones para el problema de la inflación de productos básicos, sobre todo de productos alimenticios. Una mala alimentación implica a medio y largo plazo una mala salud de la población. La consecuencia sería un incremento desproporcionado de los gastos de sanidad.
El Gobierno de España y los gobiernos de las Comunidades Autónomas deberían reflexionar al respecto. Deberían hacerse la siguiente pregunta: ¿Estamos dispuestos a tener una Seguridad Social más cara por enfermedades que se habrían podido prevenir alimentándonos correctamente?...
Y no me vale la excusa de las guerras de Ucrania y de Israel para no hacer nada ante las subidas de precios de alimentos y carburantes. El deber de un político es gobernar. Las ciudadanas y ciudadanos votamos para que haya un buen gobierno.
Para ello, un presidente del gobierno de un país tiene que ser como el capitán de un barco que lleva la embarcación por el buen camino sin sucumbir a las tempestades. Servidora seguirá recordándole al gobierno de España su deber de controlar la inflación para que la clase trabajadora pueda vivir con dignidad y alimentarse correctamente.
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María Rey
Economista
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