Una chaqueta muy blanca
conjuntó con falda blanca
y desarmó el conjunto
esta Reina de España
con unos zapatos oro
que se mataban mirando
la cartera que llevaba
en la mano sin cansársela.
Los zapatos y el bolso
eran como un mal apaño
de la señora que sale
con prisas por la mañana.
El peinado era suelto
para hacérselo más fácil
a la pobre peluquera
que le peina la melena
tan corta que ha dejado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario