Con la inflación de los alimentos disparada y las elecciones municipales 2023 a la vuelta de la esquina, el Gobierno del señor Sánchez saca un paquete de medidas para buscar votos entre la personas más humildes.
Algunos dirán que menos da una piedra. Otros dirán que no es la solución a una inflación de alimentos que estaba en octubre en su máximo histórico oficial (7,3%) y que alcanzaba máximos reales superiores a los oficiales en nuestras cestas de la compra particulares cada día más encarecidas.
Al margen de que sea o deje de ser un parche, vemos una medida que da pie a mucha reflexión. Me referiero a la eliminación del IVA en productos de alimentación básica.
Durante seis meses los productos gravados con el 4% del IVA tributarán por este impuesto al 0%. Se incluyen en este tipo de gravamen: huevos, verduras, frutas, legumbres, pan, queso, patatas, cereales y leche.
Bajará el IVA del 10% al 5% para el aceite y la pasta. Parece que el señor Sánchez considera que tanto el aceite como los macarrones son menos necesarios que una narnaja en la alimentación de las españolas y españoles.
Pero lo que me preocupa es que el Presidente del Gobierno de España excluido de la rebaja la carne, el pescado y los yogures. Seguiremos pagando por estos alimentos muy básicos un 10% de IVA. Y no es justo.
Por ejemplo, los yogures son un alimento de alimentación básica para personas con problemas de deglución. Muchos mayores los tienen. Son también un alimento básico para las personas que tenemos intolerancia a la lactosa de la leche, pero que podemos consumir lácteos como yogures y quesos.
El pescado, dicen todos los nutricionistas, que es muy sano. ¿Por qué el Presidente del Gobierno de España nos cobra un 10% de IVA en el precio de las sardinas o en el precio de la merluza?... ¿No teníamos que comer mucho omega 3 procedente del pescado azul?
La carne parece que tampoco es un alimento de primera necesidad para el Presidente del Gobierno, pues seguirá gravada con un IVA del 10%. Con esta medida conseguirá que muchas españolas y españoles se vean obligados a ser veganos por necesidad. Ante los elevados precios de los filetes de vacuno, iremos a la sección de panadería a dejar vacíos los lineales de pan o acabaremos en la de pasta comprando macarrones en todas sus variedades y sopas también variadas.
Dejar todas las carnes y todos los pescados fuera de esta medida no tiene razón de ser. El único motivo sería un afán recaudatorio del Gobierno del señor Sánchez, un gobierno que se limita a hacer reducciones poco significativas en el IVA al abaratar solo los alimentos más baratos.
Ni siquiera el cheque de alimentación de 200 euros viene a solucionar esta promoción de una dieta sin carnes y pescados. Mucha gente que reciba el cheque tendrá que destinarlo a comprar lo más barato, dejando fuera de sus listas de compra los filetes que no bajan de precio.
Además, decir que hubo una inflación del 15,3% interanual en el mes de noviembre es mentirnos a todas y a todos. El Instituto Nacional de Estadística debería ser imparcial y objetivo.
Nuestra cesta de la compra aumentó mucho más de precio. Vemos con están cambiando los precios en los lineales de los supermercados casi a diario. Encuentras productos que van subiendo cada semana. Ves como las grandes distribuidoras ceban sus ansias de beneficio incrementando precios en productos sin azúcares añadidos o sin gluten. No es justo. Esas grandes distribuidoras están enriqueciéndose a costa de nuestras necesidades de alimentación.
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