sábado, 14 de enero de 2023

¿Fuga de inversiones a Estados Unidos?

 ¿Cómo evitar la fuga de inversiones a Estados Unidos? Esa es la cuestión. La Unión Europea teme que los subsidios ofrecios a las empresas por el Presidente Biden provoquen una fuga masiva de capitales. Por eso andan los líderes de la Unión Europea ultimando medidas.

 Entre lo que han pensado para hacer atractiva a la vieja Europa para los capitalistas inversores están las siguientes medidas aún sin tomar:
  • Ayudas para las inversiones verdes en sectores estratégicos, incluyendo créditos fiscales.
  • Crear un nuevo fondo común europeo para apoyar a los países de forma justa y equilibrada.

 Esta guerra de subvenciones a las empresas entre las dos orillas del charco llamado Atlántico ocurre porque las cosas no van bien. Por la mala salud de la economía mundial los dirigentes de Estados Unidos y de la UE han decidido ayudarse menos y ser menos amigos.

 La Administración Biden también dice América primero igual que Trump. Se miran el ombligo desde la perspectiva que le da su dólar: una moneda que el resto del mundo ha asumido que casi es sagrada. Por eso Estados Unidos puede imprimir todos los dólares que necesite sabiendo que el resto del mundo se los va a aceptar, y con ellos va a pagar todas las ayudas, cosa que en la Vieja Europa no se puede hacer.

En la Unión Europea están pensando en vestir un santo con la ropa que le quitan a otro y esto generará nuevos problemas y encima será insuficiente. Estamos hablando de una unión de economías dispares. Por eso los países europeos acabarán viéndose obligados a emitir deuda en un escenario de tipos de interés al alza.

Sí, de tipos que seguirán subiendo porque el problema de la inflación seguirá sin controlarse en los próximos meses. La única manera de ponerle algo de coto a los incrementos constantes de precios es subiendo el precio del dinero.

 En este contexto nos podemos formular las siguientes preguntas:
  1. ¿Se va a mantener la confianza en el dólar estadounidense?
  2. La deuda que se emita ¿va a continuar comprándose con independencia de su importe y de quien la emita?

 El tiempo dará las respuestas. Todo es posible en un contexto en el que cada país mira su nevera olvidando la palabra amistad entre pueblos cuando más falta hace.

 María Rey
 Economista
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