El Hotel Los Omeyas es un hotel perfecto para alojarte si vas en plan turista a Córdoba. Está en el barrio judío de la ciudad, a mano de todo. No necesitas coche para ir a visitar las zonas de mayor interés turístico.
Mejor es ni llevar coche porque el parking del hotel te queda a unos 250 metros, lo cual no resulta nada cómodo.
Lo que más me gusta de este hotel es que las habitaciones den a un patio interior. Esto hace que lo sientas muy acogedor. A mí me gusta más por dentro que por fuera, ya que tiene una fachada pintada de blanco que no me llama nada la atención.
No es un hotel en el que encuentres mucha tranquilidad, sobre todo si tienes la mala suerte de coincidir con huéspedes ruidosos. El hotel está mal insonorizado. Todo lo oyes desde la habitación. Desde nuestra habitación oías hasta el jaleo del desayuno. Como decía mi pareja, no nos hacía falta poner el despertador. Ya te despertaban a las siete de la mañana los ruidos del comedor donde servían los desayunos.
Nuestra habitación estaba decorada con muebles como los que hay en casa de mi abuela. Lo único que valía la pena era un televisor grande de plasma y la conexión wi fi. La conexión a la Red de Redes iba mejor que la de mi casa.
Para comer nos fuimos de tapeo pro los bares de los alrededores. En el hotel no hay restaurante. No lo echamos en falta porque en las calles de la zona hay restaurantes y bares de tapas que merecen mucho la pena.
Os recomiendo este dos estrellas. Para un fin de semana va muy bien y no dinero. A nosotros nos salió la habitación en 27 euros. No me parece nada caro y menos teniendo en cuenta que la conexión wi fi era gratis.
Mejor es ni llevar coche porque el parking del hotel te queda a unos 250 metros, lo cual no resulta nada cómodo.
Lo que más me gusta de este hotel es que las habitaciones den a un patio interior. Esto hace que lo sientas muy acogedor. A mí me gusta más por dentro que por fuera, ya que tiene una fachada pintada de blanco que no me llama nada la atención.
No es un hotel en el que encuentres mucha tranquilidad, sobre todo si tienes la mala suerte de coincidir con huéspedes ruidosos. El hotel está mal insonorizado. Todo lo oyes desde la habitación. Desde nuestra habitación oías hasta el jaleo del desayuno. Como decía mi pareja, no nos hacía falta poner el despertador. Ya te despertaban a las siete de la mañana los ruidos del comedor donde servían los desayunos.
Nuestra habitación estaba decorada con muebles como los que hay en casa de mi abuela. Lo único que valía la pena era un televisor grande de plasma y la conexión wi fi. La conexión a la Red de Redes iba mejor que la de mi casa.
Para comer nos fuimos de tapeo pro los bares de los alrededores. En el hotel no hay restaurante. No lo echamos en falta porque en las calles de la zona hay restaurantes y bares de tapas que merecen mucho la pena.
Os recomiendo este dos estrellas. Para un fin de semana va muy bien y no dinero. A nosotros nos salió la habitación en 27 euros. No me parece nada caro y menos teniendo en cuenta que la conexión wi fi era gratis.
