jueves, 28 de enero de 2021

620.000 parados más

Los datos económicos del mes de enero son malos, pero podrían ser peores. Si miramos hacia el pasado, encontramos unas cifras similares en el año 2012. Los agoreros que hablaban de retroceder hasta la postguerra española se han equivocado, pero aún están a tiempo de acertar si después de la tercera ola viene la cuarta ola, después la quinta y, así sucesivamente, hasta la ruina total. Crucemos los dedos. Nunca llovió que no escampara.

No serán tan optimistas como esta humilde economista los 620.000 parados más que suma el último mes en curso. Hay 750.000 ERTEs, es decir, empleos que peligran si esto no se arregla. Muchos de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo podrían suponer un incremento sobre los cinco millones de desempleados registrados. Si miramos los hogares, encontramos la aterradora cifra de 1,2 millones de hogares con todos sus miembros en paro. Por franjas de edad, los jóvenes se llevan el mayor porcentaje de desempleo: un 40%, es decir, de cada diez jóvenes en edad de trabajar, hay 4 en paro.

Pero vuelvo a insistir en mi moderado optimismo. Para ello les doy sólo un dato: el PIB ha caído un 11%, el desempleo sólo se ha incrementado un 3%. Hay que reconocer que el desastre económico español no está siendo tan catastrófico como preveían mis colegas agoreros. Esto no quiere decir que detrás de las cifras macroeconómicas no haya dramas personales preocupantes. Parafraseando a Kennedy diré: no mires lo que puede hacer por ti tú país, mira lo que puedes hacer tú por ti misma. El Estado, papá Leviatán, no te va a sacar las castañas del fuego. Remángate y búscate la vida.

María Rey
Economista


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