La huelga de autobuses en la provincia de A Coruña sigue. Si alguien pensaba que era cosa de un día se equivocaba. El 12 de diciembre está convocada otra jornada de huelga en el transporte de viajeros por carretera en la provincia de A Coruña, dentro de un calendario de paros acordado por los sindicatos UGT, CC.OO. y CIG. Volveremos a tirar de taxi para ir a trabajar o para ir al médico. No queda otra.
La protesta se enmarca en la paralización de la negociación del convenio colectivo y afecta a todo el servicio interurbano, con la excepción de la Compañía de Tranvías de A Coruña, que cuenta con convenio propio. Es decir, tenemos el consuelo de contar con los buses urbanos. Si no vives muy lejos del término municipal de A Coruña, el problemón no será tan problemón.
Los trabajadores y trabajadoras aprobaron estas movilizaciones de forma unánime en asamblea, reclamando un acuerdo "digno" y advirtiendo que, si no hay avances, podrían plantear una huelga indefinida tras las fiestas navideñas. Suponemos que eran todos los que estaban, pero no estaban todos los que eran. Cuesta creer que haya familias que puedan permitirse vivir sin que entren ingresos en la cuenta bancaria.
La huelga del día 12 se suma a otras fechas de paro previstas en diciembre (5, 15 y 19), y durante estas jornadas también se organizan movilizaciones frente a las estaciones de autobuses de A Coruña, Santiago y Ferrol para dar visibilidad a las reivindicaciones. Otra visibilidad que volveremos a ver serán las viajeras y viajeros desesperados buscando los servicios mínimos que los acerquen a sus destinos. Buscarán en balde porque los piquetes volverán a impedir que salgan autobuses.
La Xunta ha fijado servicios mínimos, especialmente en trayectos destinados a escolares y trabajadores, pero se prevén importantes alteraciones en la movilidad interurbana. En definitiva, la jornada del 12 de diciembre forma parte de una estrategia sindical de presión que busca desbloquear la negociación del convenio colectivo y mejorar las condiciones laborales del sector.
Respecto a otros sectores con peores condiciones laborales no hay noticia de huelgas. Debe ser porque los sindicatos no tienen presencia. O porque a los sindicatos no les interesan los más pobres.
Pensemos en esas personas más humildes. Dediquemos nuestras preocupaciones a las personas que tendrán que ir a trabajar en taxi para no perder sus empleos míseros. Preocupémonos por las madres y padres que tendrán que ingeniárselas para llevar a sus retoños a los centros escolares. Indignémonos sabiendo que habrá ancianas y ancianos, con pensiones mínimas, que tendrán que pagar taxis para ir a las consultas médicas.
Señoras y señores de los sindicatos, piensen también en los más pobres, en los que vivimos bajo el convenio colectivo de la pobreza que ustedes no conocen gracias a las grandes subvenciones que reciben de papá Estado.
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MARÍA REY
ECONOMISTA
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