Entre diciembre de 2019 y noviembre de 2025, los precios en España han aumentado un 21,9% mientras que los costes salariales lo han hecho un 17,4%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). A este desfase se suma que la tarifa del IRPF no se ha deflactado, lo que agrava la pérdida de poder adquisitivo de los hogares.
Evolución de los precios
El Índice de Precios de Consumo (IPC) publicado por el INE muestra que, en el periodo comprendido entre diciembre de 2019 y noviembre de 2025, la inflación acumulada ha sido del 21,9%, según el Instituto Nacional de Estadística. Este incremento refleja el impacto de factores como la crisis energética de 2022, el encarecimiento de los alimentos básicos y la persistencia de una inflación subyacente en torno al 2,5‑3% en los últimos años.
La subida de precios ha afectado especialmente a la vivienda, la energía y la alimentación, tres componentes esenciales de la cesta de consumo de las familias.
Evolución de los salarios
Por otro lado, el Índice de Coste Laboral Armonizado (ICLA) y la Encuesta Trimestral de Coste Laboral del INE muestran que los salarios han crecido de media un 17,4% en el mismo periodo. Aunque se trata de un avance significativo, este incremento ha sido insuficiente para compensar el alza de los precios.
La brecha entre la evolución del IPC y la de los salarios implica una pérdida de poder adquisitivo cercana a 4,5 puntos porcentuales. En términos prácticos, los trabajadores pueden comprar menos bienes y servicios con su salario que hace seis años.
El efecto del IRPF
A esta situación se añade un factor fiscal: la tarifa del IRPF no se ha deflactado. Esto significa que, aunque los salarios nominales han aumentado, los contribuyentes soportan una mayor carga fiscal relativa, ya que los tramos del impuesto no se han ajustado a la inflación. En consecuencia, parte del incremento salarial se ve absorbido por el efecto de la llamada "progresividad en frío", que reduce aún más la capacidad de gasto de los hogares.
Conclusión
La combinación de un crecimiento de precios superior al de los salarios y la ausencia de deflactación en el IRPF ha generado una pérdida clara de poder adquisitivo en España entre 2019 y 2025. Los datos del INE evidencian que, aunque los salarios han aumentado, lo han hecho a un ritmo insuficiente frente a la inflación acumulada. La falta de ajuste fiscal ha intensificado esta brecha, situando a los hogares en una posición más vulnerable frente al encarecimiento de la vida.
Dicho de otra manera: los precios han subido más que los salarios. Y debería preocuparnos porque es una situación que nos empobrece a la clase trabajadora.
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MARÍA REY
ECONOMISTA
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