martes, 3 de mayo de 2022

El fin de la fast fashion en Europa

La fast fashion tiene sus días contados en la Unión Europea. Fabricar ropa barata de mala calidad supone gastar millones de litros de agua y materias primas, además de generar emisiones que perjudican  el medio ambiente.

Otro problema ocasionado por la fast fashion masiva son las malas condiciones laborales de las trabajadoras y trabajadores, muchos en países del Tercer Mundo.

Es por eso que la Unión Europea quiere acabar definitivamente con la fast fashion. A partir de 2030 los fabricantes de ropa tendrán la obligación de alargar la vida útil de las prendas. Cada pieza tendrá que ser fabricada con un porcentaje de material procedente del reciclaje.

Otra medida será la reducción de las relaciones comerciales con Asia, con el fin de impulsar la industria local, también beneficiada con ventajas fiscales.

De esta manera, la UE hará mucho por el Planeta Tierra. Conseguirá que se mejore el uso de recursos y que se reduzca la huella de carbono.

Viviremos en un planeta más sano y más caro para las clases medias y bajas. Deberíamos preguntarnos:
⦁ ¿Qué impacto tendrán estas medidas en el precio final de una prenda de ropa? Esta ropa barata se consume también por su bajo precio.
⦁ ¿Cuántos puestos de trabajo se van a perder? El consumo caerá, en consecuencia sobrarán puntos de venta, y habrá un excedente de trabajadoras/es.

La UE se olvida de analizar las devoluciones de ropa adquirida por Internet: hasta el 40% de las ventas. Las devoluciones tienen una gran incidencia en el medio ambiente. Pensemos en la contaminación generada por el transporte doble de prendas.

María Rey
Economista



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