lunes, 26 de junio de 2023

El arte de gobernar de los políticos españoles

Una cosa es predicar y otra cosa es dar trigo reza el dicho popular. Y mucha razón tiene este dicho si miramos la trayectoria de algunos políticos como Pablo Iglesias. El líder de aquel Podemos inicial ilusionó a muchas y muchos ciudadanos de este país nuestro, esperando un gobierno de izquierdas resolutivas de la mano de unos lideres ejemplares. No fue el caso.


Pablo Iglesias no había nacido para gobernar. La Moncloa le quedaba fuera de lugar. El día a día de la política gobernante también se le hacía difícil. No se sentía cómodo y se le notaba en las imágenes que siempre valen más que mil palabras.


Gobernar es tomar decisiones con intuición, inspiración y oportunismo. Hay que tomar la decisión oportuna en el momento adecuado. No se debe tampoco olvidar la necesidad de coordinarse y de ser versátiles.


Por eso podemos decir que gobernar es un arte. Según se domine, podremos ser mejores o peores gobernantes/as. Pero, no debemos olvidar, que el buen gobierno empieza por una misma. Debes ser una persona que se sepa gobernar a si misma para, así, poder gobernar bien a los demás.


Con esto no queremos decir que Pablo Iglesias, Pedro Sánchez, Alberto Núñez Feijóo, Irene Montero, Yolanda Diez o cualquier política o político que tengan o hayan tenido responsabilidades de gobierno no se sepan gobernar ellos mismos dadas sus circunstancias personales. Lo que muchos políticos no saben es dar ejemplo, ser coherentes con su ideología. Veamos los casos de la pareja Irene Montero y Pablo Iglesias, famosos por sus carísimas soluciones habitacionales. ¿Es coherente tener vivir en mansiones declarándose comunistas?... La respuesta es no.


Centrándonos en el arte de gobernar, podemos clasificar a las y los gobernantes en dos tipos:
  1. Gobernantes excesivamente cercanos a los administradas/os. Estos pierden autoridad.
  2. Gobernantes excesivamente rígidos. Son los que les resulta difícil ser apreciados por sus administrados/as.


No cabe duda, que los líderes de la derecha pertenecen al grupo de los gobernadores rígidos en su mayoría. No gozan del aprecio mayoritario en esta España que vota más izquierda que derecha.


Además, inconscientemente, siempre asociamos a los gobernantes/as de derechas con gobiernos de recortes para las clases trabajadoras y gobiernos que benefician a las rentas altas. Hasta ahora, la evidencia nos ha dado la razón. Todos los gobiernos del Partido Popular se caracterizaron por recortar derechos y prestaciones a la gente más humilde siguiendo al pie de la letra su ideología.


En todo caso, al margen de ideologías, no se puede hablar en la realidad española de buenos gobernantes. Se explicaría porque tanto los líderes de la derecha como de la izquierda son personas que no han recibido una preparación específica para gobernar un país. Recordamos que en España para ser presentarnos a unas elecciones tan solo nos piden ser españoles y ser mayores de edad.


En consecuencia, puedes ser presidente del gobierno de España siendo analfabeto, no habiendo leído nunca la Constitución, no teniendo conocimientos informáticos o escribiendo con faltas de ortografía. No importa que no sepas cuantas comunidades autónomas hay en el Reino de España. Menos importa que sepas o dejes de saber que una comunidad autónoma uniprovincial no tiene diputación.


Puede haber ministras sin conocimientos jurídicos, como es el caso de Irene Montero. ¿Por qué nos escandalizamos después que la ministra Montero consiga aprobar la Ley del sí es sí que está poniendo en la calle a miles de delincuentes sexuales y maltratadores?... En la licenciatura de Psicología que estudió Irene Montero no había ninguna asignatura de derecho.


Donde sí hay asignaturas de derecho es en la Licenciatura de Ciencias Económicas. Son los estudios que tiene el señor Sánchez. Pero ni las asignaturas de derecho (civil y mercantil) que pudo haber estudiado en su carrera ni las asignaturas de economía lo han ayudado a ser un buen gobernante. Por ejemplo, el señor Pedro Sánchez no sabe o no quiere saber lo que es la minimización de costes. Su vida en la Moncloa es un puro derroche. Solo hay que mirar el mal uso que hace de los aviones Falcon pagados con los impuestos de las ciudadanas y ciudadanos de este país.


Podríamos decir, por supuesto, que no hace falta tener los estudios apropiados para ser un buen gobernante. Buenas gobernantas han sido y son nuestras madres, muchas de ellas sin rimbombantes estudios universitarios. Las madres saben hacer el milagro de los panes y los peces para llenar los platos de toda la familia que vive en la casa. Eso sí que es un buen gobierno.


Incluimos también a los amos de casa porque los hay y merecen, muchos de ellos, ser alabados en el arte del gobierno de una casa. Amas y amos de casa, personas de a pie que estiran sueldos y pensiones pequeñas para llegar a fin de mes.


También merecen ser mencionados como buenos goberantes de sus casas las personas en situación de desempleo, obligadas a buscar ayudas sociales, a la economía sumergida, a sumarse a la comida familiar que paga la pensión de unos padres o madres. Saber gobernar la escasez para sobrevivir es el mejor de los gobiernos.


Pero nuestros políticos y políticas no vienen de gobernar la escasez. De los presidentes del Gobierno que ha habido en la España democrática, solo Felipe González provenía de la clase baja. José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez provienen de la burguesía acomodada. No saben lo que es el desempleo en sus casas. Ni saben lo que es un presupuesto familiar escaso. Nuestros políticos actuales han sido unos afortunados desde la cuna.


En resumen, el arte del buen gobierno debe aprenderse no sobre la práctica sino antes de la práctica. Sería necesario que nuestros gobernantes tuviesen una formación adecuada para los puestos que desempeñan.


Es hora de que las democracias den un paso adelante exigiendo unos cursos de preparación para cualquier político y más para los políticos con tareas de gobierno. Se evitarían, posiblemente, meteduras de pata como la Ley del sí es sí. Incluso puede que algún político, como Pablo Iglesias, decidiera en los cursos preparatorios para Vicepresidente del Gobierno que mandar no era lo suyo evitándose meses de trabajo incómodo para su persona.


Constatamos, pues, la necesidad de buenos gobernantes en todas las Administraciones Públicas. Se trata de tomar decisiones eficientes dentro de la equidad. Se trata de minimizar costes sin hacer recortes de derechos para la clase trabajadora. Se trata de apoyar a los más débiles para que lleguen a ser los más fuertes o... que vean como sus hijas e hijos formados en la educación pública de este país alcanzan el ascenso social al que tienen más derecho que nadie. 


......................
......................
María Rey
Economista
-----------------
Se vende en Amazon: La mejor moda del verano 2023

---------------------------
Tienda Coruña: La tienda que te hace soñar con lo mejor de lo mejor

-----------------------------
Una canción para ti: Canciones de todos los tiempos

No hay comentarios:

Publicar un comentario

AMAZON