viernes, 4 de septiembre de 2020

Fusión de Bankia y Caixa Bank: lo que quería la Unión Europea

De tanto ir el cántaro a la fuente llegó el día en que se rompió. También está llegando el día, o ya ha llegado, en el que se fusionen Bankia y Caixa Bank. La fusión que no fue posible el año 2012, será posible el año 2020, tras la crisis del coronavirus.

Es precisamente esta crisis del coronavirus la que propicia la fusión. Se fusionan ambas entidades financieras para no debilitarse. No pintan buenos tiempos para la Banca con un mercado de baja rentabilidad y tipos de interés negativos. La fusión implica una reducción de costes vía cierre de oficinas y prejubilaciones de empleados que ya querría el resto de la clase trabajadora.

Otro problema a tener en cuenta por la Banca es el incremento de la morosidad. Es lo que pasará tras el covid-19, sobre todo cuando los trabajadores afectados por los ERTES vayan convirtiéndose en parados de las oficinas de empleo.

La fusión de la tercera y la cuarta entidades financieras de esta España nuestra es una operación muy deseada por la Unión Europea. Cuanta menos competencia mejor para los dirigentes de Europa. No pueden decir lo mismo los ciudadanos de a pie. El oligopolio que siempre fue la Banca se está convirtiendo a pasos agigantados en un monopolio frente al cual los clientes son precio aceptantes y esclavos.

También es la fusión de la antigua Caja Madrid y la vieja La Caixa una operación deseada por el Gobierno socialista de Pedro Sánchez. Esperan recuperar algo de los 24.000 millones del rescate a Bankia. Un nuevo banco que tendrá 650.000 millones de euros en activos, seguro que devuelve algún euro al Gobierno generoso con los capitalistas de la Banca.

Será el Gobierno de Unidas Podemos el que se queje y lamente no poder hacer realidad el sueño de Pablo Iglesias de crear una banca pública en este país nuestro. Pero no se quejará mucho porque se fusiona una entidad financiera de Madrid y una entidad financiera de la díscola Cataluña. Es como una boda entre la hija de un vecino rico y el hijo de otro vecino millonario cuyos padres no se llevaban bien. Después dela boda habrá paz en el pueblo. Tal vez también después de la fusión de Bankia y Caixa Bank haya tranquilidad en España. Tal vez el sueño del independentismo se encauce hacia el sueño de la dominación económica del resto de España desde Cataluña.

María Rey
Economista
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