Las cifras económicas siempre dan para muchas ilusiones. Es el caso de la tasa de reemplazo de las pensiones, es decir, el porcentaje que te quedará del sueldo si te jubilas.
Pues bien, en España percibes el 80,40% de tu salario en forma de pensión cuando te jubilas. Si tienes la hipoteca de tu vivienda paga, el préstamo del coche liquidado y algún otro préstamo personal que has pedido casi amortizado, puedes pensar en jubilarte pese a la creciente inflación. Después de todo, las pensiones se siguen actualizando año a año porque los pensionistas dan votos al gobierno de turno.
Pero deberíamos pensar en el futuro inmediato. En cuatro telediarios habrá nuevos jubilados. Serán trabajadoras y trabajadores que nunca han tenido una vivienda en propiedad y que tendrán que pagar un alquiler con esa pensión inferior en un 19,60% a su salario. Entonces, no podremos decir que la tasa de reemplazo nos da muchas alegrías.
Cierto que menos alegrías está dando esa tasa de reemplazo en los países europeos vecinos. Veamos los datos:
Tasa de reemplazo
-Grecia ---------------------- 80,80 %
-España --------------------- 80,40 %
-Alemania ------------------ 43,09 %
-Unión Europea ---------- 54,80 %
-Suiza ------------------------ 39,90 %
Hay que tener en cuenta que detrás de estas notables diferencias en las tasas de reemplazo está el hecho de que en países como Alemania o Suiza las jubiladas y jubilados cuenten con un complemento privado a sus pensiones públicas.
Estas cifras son de un estudio realizado entre los 38 países que forman la Organización y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Una vez más vemos como los organismos internacionales quitan a la luz estudios que dan pie a perjudicar todavía más a la gente más humilde. Los economistas deberíamos alejarnos de la frialdad de las cifras y vestir esos números con realidades.
Además, el jubilado/a medio no existe. Es un simple recurso estadístico para estudiar una población. Por eso cuando se publican este tipo de datos económicos se echa en falta que nos indiquen en que medida el jubilado medio de cada país representa la realidad más frecuente.
Lamentablemente, nos quedamos con el dato que da pie a que la clase política tome medidas restrictivas. Las tasas de reemplazo habría que estudiarlas refenciándolas a distintos sectores, distintos salarios e incluso teniendo en cuenta el patrimonio de las jubiladas y jubilados.
Vuelvo a decir que, aunque se mantengan en el futuro tasas de reemplazo que superen ligeramente el 80%, nuestros futuros pensionistas van a ser mucho más pobres que los pensionistas actuales. Se jubilarán personas que están pagando una vivienda de alquiler y que tendrán que seguir costeando esos alquileres, pero con menos ingresos al jubilarse.
¿Cuándo el Gobierno del Estado español y los dirigentes de la Unión Europea decidirán hacer un control de precios?... ¿Van a seguir dejando que suban los precios hasta que nuestros humides salarios y pensiones no puedan permitirnos una vida minimamente digna?... La inflación nos está empobreciendo a las clases trabajadoras a pasos agigantados. Los más jóvenes ya vivimos peor que vivieron nuestros padres y parece que todavía viviremos con menor poder adquisitivo en el futuro inmediato. No es justo.
Tampoco es justo que nos engañen con los datos de la inflación. Las cifras que nos dan no coinciden con los porcentajes de subida de precios que sufrimos cuando vamos a comprar, por ejemplo, los productos alimenticios a tiendas, supermercados y grandes superficies.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) nos da el siguiente dato de inflación a partir del Indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo (IPC):
La inflación anual estimada del IPC
-En abril de 2024 ----------------- 3,3 %
-En marzo de 2024 --------------- 3,2 %
Supondría un aumento de una décima en la tasa anual de la inflación.
Me pregunto dónde habrán hecho la compra para llenar la nevera esta gente del INE. A mí, a ti, a nosotras y nosotros, nos están subiendo los precios mucho más. Por eso los sueldos se nos quedan más pequeños, las pensiones dan para menos, los ahorros se agotan.
Esta humilde economista reclama más transparencia a la hora de dar las cifras económicas por parte del INE. Ya va siendo hora de que nos digan qué precios ponen en cada producto de la cesta de la compra con la que se calcula el IPC. Queremos saber a cómo compran las patatas, el arroz, la carne, el pescado, las verduras, las legumbres, los pañales para los bebés, el papel higiénico, el papel de cocina, la leche, los potitos del niño y de la niña.
Lo queremos saber para ir a comprar a ese supermercado que han encontrado los economistas del INE baratito. Así podremos comer más y mejor. Con esa valiosa información, los pensionistas que tienen que arreglarse con pensiones inferiores a sus salarios podrán estirar más sus nuevos y menguados ingresos.
Pero no nos dirán nada. Se limitarán como hasta ahora a lanzar de vez en cuando informaciones como lo de la tasa de reemplazo favorable para España. Tenemos las pensiones que pierden menos dinero respecto al salario del trabajo previo. Solo nos adelantan los griegos. Miedo da la idea malévola que puede tener la clase política para el futuro. Miedo dan los recortes que vendrán. Crucemos los dedos.
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