domingo, 18 de octubre de 2020

La reagrupación de municipios en la España vaciada

Plantear una reagrupación de municipios en España supone tener todas las particularidades del territorio español en cuenta. No podemos olvidarnos de la España despoblada. Comunidades Autónomas como Castilla y León, Asturias, Extremadura y Aragón han visto caer su población desde el año 1998 de manera significativa. Amplias regiones del país han sufrido movimientos migratorios de las zonas rurales hasta las grandes ciudades. En el caso de la llamada España vaciada los movimientos migratorios son extraregionales. Así vemos como desde el año 1975 la provincia de Soria pierde más del 23% de su población y la provincia de Madrid aumenta su población en un 73%.

La población se desplaza hacia las grandes ciudades. Así vemos como Madrid y sus ciudades dormitorio atraen a ciudadanos y ciudadanas procedentes en su mayoría de las provincias de la España vaciada. El fenómeno de la despoblación no se produce sólo en España. Existe una Alemania vaciada. En el este de Alemania constatamos un envejecimiento de la población y una despoblación extrema. Igual que en nuestra España vaciada, faltan médicos, bancos y empleo. Las parejas jóvenes huyen de los distritos rurales de la antigua RDA. La baja natalidad y la emigración hacia otros lares llevan a la caída de la población.

Una reagrupación de municipios en la España vaciada debe ser la solución a la caída de población. Se trataría de conseguir municipios que los jóvenes considerarán atractivos para desarrollar sus carreras profesionales y formar familias. Es imposible incrementar la población en Soria y en otras provincias de la España vaciada, si la población joven sigue marchando para Madrid. Son los jóvenes los que tienen hijos.

Según datos de Eurostat, la densidad de España en su conjunto es de 92 personas por kilómetro cuadrado. Alemania tiene una densidad de 233 personas por kilómetro cuadrado. La media de la Unión Europea es de 177 personas por kilómetro cuadrado. En este contexto tenemos el dato alarmante de Castilla y León: sólo hay 26,1 personas por kilómetro cuadrado.

La reagrupación de municipios no puede dar la espalda a esta realidad. Se plantea la reagrupación desde una combinación óptima de eficiencia y equidad. Los municipios con poblaciones iguales o superiores a los 50.000 habitantes deberán destinar el ahorro generado por la reagrupación, a financiar un Estado del Bienestar robusto. Una persona que viva en un entorno rural con un importante problema de despoblación tiene que tener acceso a todos los servicios que el Estado del Bienestar oferta en las ciudades. Esto sería un aliciente para los habitantes que buscan mayores oportunidades en las ciudades más pobladas.

María Rey
Economista
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